Itsaso Arrieta lleva muchos años enseñando canciones infantiles vascas. De esta forma contribuye a mantener viva una tradición que se está perdiendo

José Basurto

Bilbao - Empezó por hobby a recuperar canciones tradicionales euskaldunes y ha terminado convirtiéndose en una profesional y experta en la materia. Tanto es así que le llamaron desde la asociación cultural de músicos y maestros de la danza, Aiko Taldea, para que imparta un taller a adultos sobre canciones infantiles. Será el próximo sábado en el Bizkaia Aretoa, el paraninfo de la UPV en Abandoibarra, ya que esta iniciativa se enmarca en Kulturbasque, la programación y encuentros de la red cultural universitaria del campus de Bizkaia.

¿En qué va consistir ‘Kulunkaz- Haur kantu jokoen tailerra’?

-Es un taller dirigido a los adultos en el que voy a intentar transmitir el valor que tienen las canciones y juegos infantiles. Voy a hacerles ver que se pueden utilizar y la importancia que tienen para el desarrollo de los niños. Es una herramienta que tenemos a mano y que da muchos beneficios. Afianza el desarrollo de los niños

¿Cuántas canciones les va a enseñar?

-Pues como voy a tener poco tiempo, mi intención es que se vayan a casa con una canción aprendida.

¿Y qué van a conseguir los padres con ello?

-Cuando se la canten a sus hijos van a poder disfrutar más del niño y van a fortalecer el vínculo entre padre, madre y niño. Además hay que decir que para cada etapa del niño hay un montón de canciones infantiles.

¿Por qué empezó a interesarse por la recuperación de este tipo de canciones? 

-Porque me daba mucha pena que se perdieran. Las andereños que hay en mi entorno, en mi familia, me decían que no había material para enseñar canciones y juegos a los niños. Y yo decía: ¡Cómo que no, si hay miles de canciones! Así que me puse a recuperarlas. Había que hacer algo.

¿Eso cuándo fue?

-Hace muchos años, más de veinte. Fue en el Instituto Labayru. Allí empecé a hacer las primeras recopilaciones.

¿Cuáles fueron sus fuentes de información?

-Fueron varias. Muchas canciones ya sabía yo porque en mi casa siempre se ha cantado mucho. Me las habían enseñado mi ama y mis amamas. Otras las fui incorporando de los cursos que doy, ya que siempre salía alguna nueva. Y por otra parte, yo siempre he estado buscando este tipo de canciones.

¿Hay buen repertorio en el cancionero infantil tradicional vasco?

-El repertorio es riquísimo. Tenemos canciones para cada etapa del niño, para cuando empieza a utilizar la boca, a unir las manos, a sentarse... Todas las etapas van a ayudar al desarrollo del niño con diferentes canciones.

¿Tiene predilección por alguna canción en especial?

-Para mí todas tienen algo, aunque quizá una, Garia saltzen, me gusta mucho porque la aprendí de una tía y tengo una anécdota muy curiosa en relación con esta canción.

Cuente, cuente.

-En un curso que di le pregunté a una chica si conocía esa canción. Me dijo que no y cuando la empecé a cantar, se puso a llorar a borbotones. Me dijo que sentía algo, pero que no sabía porqué. Al final resultó que a esa chica le cuidó de pequeña la tía que me enseñó esa canción y a ella también se la cantaba.

¿Eso demuestra que las canciones que se aprenden en la infancia nunca se olvidan?

-Eso quiere decir que las canciones se olvidan pero se quedan en la memoria. Por eso, a esa chica le afloró cuando yo se la canté.

¿Los cursos que imparte a quién van dirigidos?

-A escolares y a adultos. Durante una época estuve formando a maestros, a educadores de guarderías y también en colegios y Berritzegunes.

¿Y qué le decían?

-Pues los educadores de guarderías me decían que estaban hartos de cursos, pero al final todo el mundo me venía a dar las gracias y a decirme que no pensaban que iba a ser tan interesante. Un porcentaje muy alto lo ponía luego en práctica en sus aulas.

¿Y los padres?

-Los padres me dicen que es muy bonito poder transmitir estas canciones a los hijos. Y también me dicen que, a través de los juegos y las canciones, descubren cosas que hacen sus hijos que no sabían que hacían.

¿Los niños disfrutan?

-A los niños les gusta mucho. Les pongo una canción para jugar a la pata coja y se parten de risa.